Después de oír la hermosa sonata de su voz,
se llenaron mis ojos de lluvia,
tal como la que acaricia las calles
afuera de su casa...
La promesa del sol de mayo,
tímida se esconde en el futuro
lista para inundarme de gozo
y secar mi sentida lluvia...
José Luis Mendoza Aubert
13/10/2015
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